“La enorme competencia de Rusia, el cuidado de muchos países y las dificultades para poder vender afuera, serán algunas variables de los próximos años”, remarcó en el congreso “A Todo Trigo” el especialista de nutrición de cultivos, Jorge González Montaner.
También, explicó que el camino son las embajadas, ya que pueden ayudar a generar conciencia y estrategias de venta en un mundo muy competitivo que demanda presencia, seriedad y resultados.
Montaner dijo que así como el productor mira sus cultivos, debe centrar su visión en practicar un fuerte lobby para que las agregadurías comerciales sean verdaderas agencias de divulgación de las bondades de este grano en Argentina.
Por ahora, los resultados apuntan a fuertes negocios, aunque nunca hay que estar confiado del todo, opinaron varios especialistas. Estos, denominaron al cultivo como el más Federal de nuestro país, ya que genera movimiento en los 180 molinos que se ubican en el interior.
El encuentro, también toco temas políticos donde el reclamo más elevado volvió a caer sobre la obsoleta Ley de Semillas que data de 1973 y en sus 45 años solo sufrió una modificación vinculada con las actualizaciones en montos o aranceles por multas.
En ese marco, los organizadores pidieron que se contemple que el cereal comparte un 20 % de sus ganancias en impuestos y tributaciones al Estado y al mismo tiempo, está entrando en un ciclo donde las perspectivas indican un incremento en su valor que parte de un 10 % más que en anteriores campañas.
Los datos fueron apuntados, aunque se sumaron a los que dejó el secretario de Agricultura de la Nación, Guillermo Bernaudo, quien remarcó la informalidad con que se mueve la cadena, la falta de controles en la industria molinera y la comercialización en negro.
El resto, fueron buenos aportes. Se mostró el crecimiento en la intención del área sembrada que pasó de 4,6 a 6 millones de hectáreas en el último ciclo.
“Hemos incrementado los mercados de exportación de 22 a 48, sumando al Sudeste Asiático, Argelia, Kenia y Vietnam, aparte de México, Brasil y Chile; entre otros”, subrayó el Ing. David Hughes, presidente de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo).
Al mismo tiempo, se remarcó que no existe una relación sustancial entre lo que piden los compradores y lo que se produce, dando contexto a la idea de calidad y su vinculación con lo que falta, aunque oportunamente y como una variable distinta cada año.
“Debemos comprender que no hay marcas de trigo en el mundo, sino precio y funcionalidad. También que es mucho más difícil mantener los mercados, que abrirlos”, resaltó el Ing. Leandro Pierbattisti de la Federación de Acopiadores de Cereales.
Hay equipo. Hoy el 35 % del mercado mundial del trigo está en manos de los países del Mar Negro. La cifra es alta, pero no asusta a los empresario argentinos ya que piensan que el guarismo parte del cumplimento y atención que han tenido estas naciones con sus clientes, durante la última década.
En “A todo Trigo”, se habló de genética, tecnología y el avance de nuestro país en inversiones orientadas al agregado de valor sobre el grano.
Para muchos, un síntoma de avance o normalización de la producción triguera en Argentina, es el resultado de las últimas 2 campañas más las respuestas al mercado brasileño ya que se ha podido responder sobre su demanda y todo lo que necesita.
“Las condiciones vienen ayudando. Es probable que sigamos incrementando la superficie de siembra y el nivel de productividad”, consideró David Hughes agregando que –en poco tiempo- se pasó de 4 a 12 millones de toneladas exportadas.
Según Argentrigo, el promedio está dando un 50 % de aumento en la superficie de siembra que estuvo estancada desde el año 2010 al 2015.
“Estamos midiendo el crecimiento en la utilización de fletes, gasoil, insumos y servicios que genera el cultivo. Ya tenemos datos de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y una aproximación de la provincia de Entre Ríos”, indicó el presidente de la Asociación.
Hughes, reconoció que a esta altura, los mercados mundiales están mostrando que quieren más trigo argentino. “Ofrecen un precio superior al 15 % del valor a cosecha de la campaña pasada. El probable que el productor se movilice con estos datos para atenuar la sequía transcurrida, el reciente exceso de humedad y otros inconvenientes”.