El presidente de la filial Piamonte de la Federación Agraria Argentina (FAA), Esteban Motta, reconoció que la línea de créditos para ganar kilos, anunciada a los feedloteros, podría ser positiva si -en lo mediato- se generan expectativas concretas hacia el sector.
Al mismo tiempo, explicó que el anuncio no resuelve el problema de previsibilidad ganadera, hasta tanto no exista una política que trabaje sobre la eficiencia y mejora de la producción.
Motta, recomendó avanzar sobre las dificultades estructurales del segmento pecuario y agregó que “hay preocupación porque parte de las exportaciones siguen cerradas, hay posibilidades de desinversión y el plan ganadero aún no muestra cómo se va a trabajar para mejorar los sistemas de manejo de los pequeños productores”.
Según este dirigente, no se está mirando cómo mejorar el destete y la eficiencia en preñez. “Tal vez sea la etapa donde hay que poner más recursos o créditos, por encima de la asistencia en otros períodos como la terminación. Vemos que el gobierno está errando en los tiempos, por más que la medida sirva”.
Esta semana, trascendió en varios grupos ganaderos, la imposibilidad de tomar un financiamiento en un marco donde no se define un rumbo. Muchos piensan que es imposible acceder a un crédito si no hay una visión o perspectivas más allá de las trabas hacia los mercados externos y un esquema de niveles de precios afectados, junto a la ausencia de una baja en el precio de los cortes cárnicos en el mercado interno.
Por ahora, las primeras consultas enfocadas a las sucursales del Banco de la Nación Argentina, explican que el subsidio de los 5 puntos que determinó el gobierno a la línea para engordadores a corral, deja a la tasa en un porcentual del 25 %.
“No es mucho. Es una tasa bancarizada con imposibilidad de acceso para los pequeños ganaderos y si bien intenta asistir a un universo de 2.100 feedloteros, deja cerca de 139 mil ganaderos afuera de la ayuda económica”.
Asimismo, el otro problema que podría salir a la luz, es la existencia de cierta precariedad sobre alguna porción del sector pecuario, ya que se tendrá que evaluar quienes están en condiciones de acceder a estos préstamos. Por ahora, hay dudas sobre quienes están habilitados como feedlot por el Senasa e inscripto en la categoría.
En principio, se sabe que muchos ganaderos hacen cría y todo el proceso completo, cuentan con un pequeño encierre a corral pero no están registrados.
“Son establecimientos de 100 o 200 animales, muy pequeños para la escala”, enfatizó Motta agregando que es difícil categorizar en esta actividad ya que muchos están montados en el sistema de hotelería con capitales e inversores externos que genera dudas a la hora de determinar sin son pequeños, medianos o grandes.
Al cierre, el dirigente se posicionó sobre la situación actual y remarcó que estamos en un momento donde ha salido perjudicada la rentabilidad de una producción frente a la necesidad de conseguir un objetivo que no se ha logrado ya que la carne bovina continúa aumentando.
“Si quieren cambiar las pautas culturales de consumo, con la vaca de conserva no van a lograrlo, por más de que quieran argumentarlo. No se come ese tipo de animales en Argentina y cualquier persona que comprase un costillar de vaca vieja (China o manufactura), es posible que sea la única vez que lo haga, ya que está muy lejos de la calidad a la que los argentinos nos hemos acostumbrados”.
Hay que está atentos al avance de las nuevas inversiones si se libera la exportación. Caso contrario se viene un retroceso y más preocupación, concluyó.