No solamente el rock, el folclore y el tango le cantan al asado. La cumbia, entre minifaldas y meneo de caderas, también le entra a los choripanes y las carnes a las brasas. Porque podrá tener su origen en Centroamérica, pero la cumbia de las pampas se hizo a imagen y semejanza de los argentinos y es la más carnívora del mundo.