Cuando es de milanesa, no se dice sándwich sino sánguche. Incluso algunos lo llaman “Sánguche de milanga”, sin temor a reprimendas de la Real Academia Española. En Tucumán tienen el récord y hasta existe un monumento. Te contamos las historias más absurdas pero también más sabrosas de este clásico argentino: el “sánguche de milanesa”.