Después de 2 años, uno de los más grandes semilleros de soja y maíz del mundo mostró desde sus campos de investigación y desarrollo, ubicados en la localidad de Venado Tuerto, el resultado de sus ensayos y cruzamientos de 75 mil variedades de soja en más de 160 mil parcelas demostrativas.
El resultado más inmediato es el lanzamiento de las distintas sojas pre comerciales, que saldrán al mercado durante la próxima campaña.
Una de ellas es la soja Stine Enlist E3 y se trata de un material biotecnológico iniciado durante el año 2008 en conjunto con la firma estadounidense Corteva Agriscience, con el objetivo de alcanzar un desarrollo en forma más activa y dinámica.
“Estamos cambiando las tecnologías en el cultivo de soja. En esta campaña, vamos con una tecnología nueva que se basa en la tolerancia a un herbicida similar al glifosato (glufosinato de amonio) y el 2,4 D alcolina. Es decir, incorporamos una herramienta más para el productor que le va a permitir un mejor control de malezas, sobre todo si se observan las proliferaciones en las últimas campaña del yuyo colorado y la rama negra”, remarcó el Ing. Ignacio Rosasco, CEO de Stine Semillas para Latinoamérica.
Al mismo tiempo, resaltó que la empresa –desde hace unos años– vienen observando los rendimientos en los cultivos de soja y maíz en todas las zonas agrícolas de Argentina.
“Son muy buenos para la soja, aunque con la aprobación de nuevos eventos vamos a estar a la vanguardia junto a los principales países”, dijo Rosasco reconociendo que es necesario dar un salto en materia de genética para recuperar ganancia y salir del retraso vigente.
Por su parte, el empresario consideró que el productor está buscando como respuesta un ofrecimiento de semillas que garanticen altos rendimientos.
A priori, se sabe que más de 3 empresas semilleras de nuestro país, han firmado un marco de acuerdo con Stine para incorporar la licencia de la tecnología Enlist que estará disponible para la próxima siembra.
Por ahora, resta esperar la comercialización de la primera multiplicación que se realizará a través de un sistema integrado de control; que nucleará a toda la cadena de valor de la soja y facilitará un control en el grano, así como también, un reconocimiento por la genética y otros aspectos vinculados con los obtentores vegetales y su investigación.
“La ganancia la veremos en la campaña 2022/23. Nosotros estamos convencidos que los productores nos van a elegir por la calidad de las variedades. Otro aspecto pasa porque pronto muchos actores se darán cuenta que están frente a una empresa productora de semillas, preparada para brindarle al sector lo que los productores necesitan y quieren”.
Hace más de 40 años, Harry H. Stine lidera esta firma norteamericana, expandida por varias regiones del mundo. Este empresario multimillonario de 80 años de edad, cuenta con patrimonio neto superior a los 5 billones de dólares, hace unos años decidió avanzar y contribuir al desarrollo del agro argentino esperando –de manera obsesiva– que los cultivos de maíz y soja aumenten sus rendimientos con estabilidad.
Desde hace 2 años, en 16 puntos distintos de Argentina se trabaja mediante una presión muy alta de selección y ensayos.
Según los técnicos de la firma, una vez cada tres sábados (Harry) realiza su rutinaria comunicación. Desde temprano a las 7:00 hs. (local), buscar repasar las novedades de desarrollo que tiene nuestro país y en resto de las regiones productoras del Mercosur. Una de las últimas esperanzas en el desarrollo alimenticio del planeta.