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El rey de los fierros usados

MARIANO MIGNACCO. En una década se transformó en un referente de los remates rurales.

Hace 11 años, montó su primera Gran Feria Rural. Hoy es referente de la zona y proyecta extenderse a Córdoba.

Después de su primera década, Mariano Mignacco es uno de los martilleros de implementos agrícolas usados más reconocido de la zona y el entorno a la localidad de Salto Grande, en la provincia de Santa Fe.

A mediados de marzo, volvió con los grandes remates rurales y bajo los protocolos de la presencialidad logró juntar un sinnúmero de productores que se alzaron con 18 tractores, varias sembradoras para siembra directa, acoplados, mixer, discos, cinceles, chimangos y herramientas de taller.

“Si la situación acompaña, retomaremos los 3 o 4 remates anuales y es probable que en poco tiempo avancemos a la provincia de Córdoba, que ya nos ha otorgado todas las habilitaciones”, explicó Mignacco agregando que la media de cada remate está proyectada en un mínimo de 120 implemento agrícolas.

El empresario, titular de la firma especializada en campos y remates reconoció que hay una búsqueda constante de tractores usados de diversas potencias y para distintas utilidades. Al mismo tiempo, que los silos, fumigadores y balanzas siempre están entre los productos más buscados.

Según sus registros, desde fines del 2019, la necesidad de los productores comenzó a virar hacia las herramientas que se habían descartado desde el advenimiento de la labranza cero o siembra directa.

Es decir, cada vez se compran más rastras, discos y cultivadores de campo, dejando a la vista que los productores están volviendo a remover levemente la tierra en las regiones donde la proliferación de malezas y enfermedades se ha tornado incontrolable.

“Te la sacan de las manos y es uno de los productos –por el momento– más pedido, por los productores que recorren el predio de exhibición un día antes de la subasta”, resaltó el organizador sorprendido.

Lo cierto es que Mariano Mignacco, nunca imaginó su proyección y crecimiento, teniendo en cuenta que su primera acción se limitó a una liquidación de artículos de bazar.

Después vinieron los fierros, aunque antes; el prestigio y la consolidación se la otorgaron varias acciones vinculadas a la sucesión de campos.

“Ahí se vive otro clima, casi solemne. Cuando una familia rural deja la actividad se vende todo, desde el mismo campo. Hay emotividad en los productores y sus vecinos porque se palpa el final de una historia o vida asociada a la actividad agrícola. Son acontecimientos únicos, de cierre y trascendencia”.

Si bien en Argentina, abundan este tipo de grandes ferias rurales, muy pocas son las que logran generar el clima de ruralidad, donde el productor se encuentra con sus pares para intercambiar pensamientos y recetas vinculadas a las cuestiones agrícolas y el uso de aquello que fue usado. La alineación de vendedores, consejeros y compradores se ha transformado en una modalidad que va creciendo y reviviendo algunos implementos para el campo, que muchas veces de ven abandonados en los cementerios a cielo abierto.

Todo se vende

Si bien el crecimiento en la comercialización de maquinaría agrícola nueva, ha marcado cifras récord durante el último año, los productores afirman que el movimiento de los equipos usados también se maneja en esos guarismos.

Hay un mercado muy amplio y todo se vende, de manera continua y permanente. “Lo usado, a veces mueve un 23 o 36 % del mercado anualmente”.

Cabe destacar, que Argentina está atravesando un año sin precedentes para este segmento de la economía. En el 2020, se vendieron 19.899 equipos nuevos, y se alcanzaron los niveles de los años 2007/2008.

La facturación también rompió con todos los registros, llegando a loa 1.405 millones de dólares, durante al año precedente.