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El campo busca capacitar a los inempleables

VISIÓN. Lazzari integró el bloque económico de debate.

El economista Gustavo Lazzari se refirió con crudeza al mercado laboral y la falta de mano de obra agropecuaria.

Otra vez Coninagro volvió a reclamar por la producción, las economías regionales y el cooperativismo. Lo hizo en el marco de su 5º Congreso Internacional con epicentro en la producción de alimentos para Argentina y el mundo, ratificando la idea de querer exportar, agregar valor en origen, así como también, dar una alimentación más sustentable y saludable.

“El país necesita avanzar hacia la vinculación, la articulación de lo público y lo privado”, dijo el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto agregando que “el cooperativismo debe posicionarse como una herramienta más que quiere producir y es amiga de la cultura del trabajo”.

El dato, que fue tomado por un grupo de economistas, terminó mostrando que hace más de una década el empleo privado está estabilizado en 6 millones de personas y la variable no se mueve por encima de los ciclos, las crisis y eventualidades de la economía.

“Esto es una barbaridad y desastre para cualquier Nación del mundo. En la nuestra sólo muestra un crecimiento el empleo monotributista, informal privado o el público de baja productividad”, enfatizó el economista Gustavo Lazzari reconociendo que esta desgracia toca de lleno a la economía y el sector privado.

Según este analista, se está dando un efecto totalmente contrario a lo que siempre pasó con el sector privado. “Su impulso lo mostró diseñado para contratar trabajadores y desde hace un tiempo esto no sucede porque la contratación de empleo privado en blanco atraviesa 2 problemas que son la judicialización o los riesgos de juicio laboral y por otra parte el contenido impositivo que bien medido representa el 110 % del salario neto de cada trabajador (cargas sociales, laborales, impuestos y demás)”, resaltó Lazzari considerando que hay un rechazo hacia cualquier demanda de trabajo y por eso en gran medida no se da.

También habló del campo y en su relación con el empleo lo divido de una manera muy cruda en 2 opciones. “Hoy tenés un sector formal empleable; con jóvenes que cuentan con un grado mínimo de capacitación e instrucción. Muchos pueden aprender las tecnologías del campo, la industria metalmecánica y de la maquinaria agrícola. Se ve que estos segmentos salen a buscarlos para capacitarlos y terminar su formación”, dijo explicando que hay un esfuerzo muy grande de las empresas para montar escuelas y academias por sus propios medios con el objetivo de equilibrar una demanda que es mucho mayor que la oferta.

Por otra parte, este economista se detuvo en la figura de las personas que son inempleables. “Acá tenemos un segmento muy grande. No tienen capacitación formal en las escuelas y han perdido incluso el hábito laborioso. Es lamentable que los planes hayan clavado un puñal en ese sector de gente, que no accede al mercado formal de trabajo, ni al tipo de industrias vinculares al agro y los alimentos”.

Por ahora, la producción considera que este proceso está imposibilitando un cambio. “Los planes, el narcomenudeo y otras salidas fáciles impiden el paso de mucha ciudadanos al trabajo formal, y como consecuencia a satisfacer las demandas de los fabricantes de maquinaria agrícolas, los productores, los que hacen tareas de siembra y cosecha, así como aquellos que son denominados trabajadores golondrinas.

En el 5º Congreso de Coninagro, los profesionales que integraron el bloque de economía, resaltaron la enorme generosidad del sector privado por buscar soluciones (capacitación, escuelas de oficio), a diferencia del Estado que no la da.

También, remarcaron el enorme fracaso de la escuela estatal en los últimos años; y sumaron en la misma calificación a las escuelas público privadas y los colegios en general.

En esta búsqueda de culpables, los economistas no estuvieron exentos. “Creemos que la política económica la define la política y el economista instrumenta. Sin embargo, muchos nos hemos mareados cuando creímos ser los salvadores de la economía. Igual, la política se marea cuando no asume su rol de tomar las decisiones”, resaltó Lazzari.

En Coninagro, se pidió  mostrar más a la gente trabajando. “Los argentinos tenemos que ver más a las empresas, al campo y valorar las actividades, apreciarlas.

Caso contrario, es más fácil cobrarle impuestos. Un ejemplo es pensar que a nadie se le ocurriría cobrarle más impuestos a los actores. Simplemente no pasa, porque el público quiere a los artistas. Entonces, el pueblo tiene que querer más al campo, el cooperativismo, las empresas”, subrayó Lazzari, instando a generar empatía con la sociedad, para que le sea difícil a los gobiernos saquear a estos sectores.