Los principales ganaderos del centro y norte de China, producen carne como los productores argentinos, con campos de recría, engorde y feedlots que están en constante desarrollo y crecimiento.
Así lo resumieron un grupo de empresarios de ese país asiático, que estuvieron recorriendo varias zonas de la Argentina, con especial énfasis en plantas frigoríficas y establecimientos modelos del sur santafesino.
“Quedaron sorprendidos por nuestras razas. Sobre todo las británicas, su genética, el clima de nuestras regiones y la buena calidad de forraje”, resaltó Matías Medina de la firma Conecar.
Este especialista, anticipo que los inversores chinos están convencidos de nuestra carne y su bondades. Además, resaltó que la visita es consecuencia del inicio de una serie de intercambios que tienen como objetivo la búsqueda del producto y los ajustes en cuanto a volumen y precio.
En el medio están un sinnúmero de trabas, habilitaciones y los límites de exportación que tiene nuestro país a partir de un stock frenado y la valorización del consumo interno.
Es decir, hay un avance significativo en los procesos de consolidación de este mercado, pero existe un alto grado de preocupación por lo que implica un mercado tan grande y demandante para los próximos años.
Por ahora, los chinos están dispuestos analizar nuestros procesos productivos, el orden, las estructuras y maquinaria que se destinan a las actividades pecuarias. Así, lo manifestó uno de los profesores de la facultad de agronomía la Universidad de Beijing que acompaño a la delegación extranjera en una recorrida que se detuvo a observar campos de recría, engorde y producción láctea destinados a pequeños y medianos productores.
El catedrático, mostró interés por las tecnologías aplicadas a los sistemas de nutrición animal, así como también, las instalaciones destinadas a la actividad y su manejo.
Al mismo tiempo, resaltaron las razas Británicas, sintéticas y remarcaron los cruzamientos como un elemento diferencial que en su país avanza sobre las continentales o doble propósito como Simmental y su cruza con Angus.
Según los productores chinos, una de las preocupaciones que tienen sobre “el país del bife y el fútbol”, pasa por no arruinar la calidad de nuestra carne al momento de su cocción o preparación para el consumo. Muchos de ellos, están interesados en aprender a asar los cortes y manejar la parrilla para preservar su terneza, gusto y jugosidad.
“El objetivo es validar sistemas, tecnologías y elementos de mayor precisión ganadera que a futuro vamos a exportar a todas las zonas pecuarias de este gigante asiático. Vemos que necesitan mejorar sus sistemas de alimentación, así como también, tecnologías en dietas y forrajes que podrían ayudarlos a afinar los costos de su proceso productivo”, subrayó Matías Medina.
Asimismo, consideró que la calidad de la carne china no alcanza nuestros niveles de terneza, aunque no desestimó que es más importante evaluar el paladar de cada consumidor antes de abrir juicio.
Costumbres y culturas
Para la próxima década, la nueva ganadería pone a las naciones referentes en el comercio de carnes, en un camino destinado a centralizar esfuerzos que permitan satisfacer las preferencias del consumidor, su cultura y diversas costumbres.
Los chinos, pasaron revista sobre tipificación y competitividad; y al igual que otras naciones investigan sobre un manejo sanitario responsable, el bienestar animal, la inocuidad y el medio ambiente.
Por ahora, varios consideran que los nuevos paradigmas de la carne vacuna, responden a exigencias y preferencias que van más allá de la terneza y el sabor. “La trazabilidad es la clave, demostrar inocuidad en los productos mediante certificaciones, abre o cierra puertas y significa una plataforma de despegue”, consideró el analista ganadero Roberto Guercetti, estimando que lo académico, junto a la ciencia, investigación, innovación y desarrollo son los nuevos pilares del negocio cárnico.