Hay una alta deficiencia de fósforo en la mayoría de los suelos agrícolas de Argentina. A esto se suma un aumento pausado en las tecnologías de fertilización debido a que los precios y el contexto no acompañan.
También prima la paradoja de productores que son altamente tecnológicos en su manejo, con mucha orientación hacia el uso de este concepto en maquinarias, aplicaciones y nuevas tecnologías, aunque con la aceptación de que la fertilización no es algo determinante en cada ciclo productivo y por ende siempre está próxima a los recortes.
“No se encuentran estabilizadas las héctareas, ni el nivel de fertilización de nuestro país. Esto preocupa porque hay muchas zonas donde este insumos es cada vez más necesario y vemos niveles base de nutrientes en los suelos”, remarcó Sebastián Storti, líder de la Plataforma Experta de Aceitera General Deheza (AGD).
Este empresario reconoció que la realidad cambia mucho, si se trata de un campo arrendado frente a uno propio y consideró que este tema debería ser replanteado con políticas para que la brecha productiva no se siga agrandando.
Por ahora, la realidad indica que frente a un año que deja tanto problemas, encabezados por la sequía y seguido por otros factores, es probable que se fertilicen menos durante la campaña 2023/24. Caso contrario lo que se puede llegar a ver es a productores que apliquen menos dosis, aunque mejor dirigidas.
“Acá entran a jugar las nuevas aplicaciones, el manejo de datos y todas estas tecnologías digitales que están proyectando el manejo de los cultivos, en base al ahorro, la eficiencia y una mejora en los resultados”, enfatizó Storti instando en aprovechar al máximo estos recursos, según el potencial de cada ambiente.
La apreciación, potenciada por el Ing. Mariano Granatelli del grupo AGD, indicó que el estado de situación actual del sector agropecuario sigue mostrando la variable de un año poco fácil por la crudeza que ha tenido el clima.
También, resaltó que la mayoría de los productores y empresarios del sector agropecuario es posible que se lleven un aprendizaje de todo lo que ha pasado; entre tantos sabores amargos.
“Nosotros vemos que desde el punto de vista de la nutrición, aquellos que no perdieron el ánimo comprobaron que la fertilización y el aporte de nutrientes han sido los pilares de los rendimientos construidos en la campaña. Así lo indican los ensayos con las respuestas que dieron los suelos bien nutridos frente a estas condiciones adversas”, dijo Granatelli agregando de los resultados diferenciales son la clave del cambio frente al estrés productivo de los últimos años. Este referente del sistema Experta (AGD), consideró que en Argentina queda mucho por realizar para achicar la enorme brecha que hay entre los productores que hacen las cosas bien y aquellos que demoran en implementar las prácticas agrícolas orientadas a la eficiencia.